El testimonio de Emma
Hace 7 años me operaron de escoliosis. Como consecuencia de ello, me han quedado unas secuelas que limitan mis movimientos en los brazos y he perdido fuerza, además del dolor constante que suelo tener. Años de medicación, rehabilitación, fisioterapeutas que en poco me ayudaron.
Hace algo más de un año Kris me trató y empezaron a cambiar muchas cosas.
Testó en mí qué patrones, formas de pensar, podían estar alimentando, de alguna forma, alguna creencia que me impedía mejorar en mis dolencias.
De esta forma, fui consciente de que determinados pensamientos producían en mí un estado de ánimo, unas emociones negativas que lo único que hacían era mantener mis dolencias físicas.
Trabajando, poco a poco, siendo consciente de cuál era el origen del problema, he podido ir controlando esos pensamientos y, me he ido sintiendo más optimista y con la convicción y creencia firme de que puedo curarme porque la salud es el estado natural de todo ser vivo. Veo las cosas desde otra perspectiva y por tanto, soy más feliz.
He ido comprobando en un principio con sorpresa y más adelante con total convicción de lo que implica este maravilloso viaje. El dolor se ha reducido bastante, tengo más movilidad y me encuentro bastante mejor en todos los sentidos.
En todo este proceso Kris siempre ha estado ahí, acompañándome, escuchándome y aconsejándome.
Es una gran profesional, tenaz, destacaría su gran capacidad de empatia. Enseguida te das cuenta de que se interesa de verdad por lo que le ocurre a los demás y hace todo lo que está en su mano para ayudarte.
Como he dicho anteriormente es una gran profesional, pero sobretodo, y lo que para mí es más importante, una gran persona.
Mil gracias Kris por sembrar esperanza y luz en mi vida.
Emma, 17.04.2022